El representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, ha declarado este viernes que hoy el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene la oportunidad de poner fin a la grave situación que ocurre en la Franja de Gaza.
"Hoy, el Consejo tiene una buena oportunidad para poner fin a esta situación anormal, para hacer lo que la comunidad internacional espera que haga", afirmó, agregando que "para ello es necesario aprobar el proyecto de resolución elaborado por los Emiratos Árabes Unidos".
"Nos decepciona enormemente que el Consejo de Seguridad, con su caja de herramientas excepcionalmente poderosa en virtud del artículo 7 de la Carta de la ONU, no haya adoptado en todo este tiempo ninguna decisión clara y vinculante que exija, en lugar de pedir, a las partes que pongan fin a la violencia", declaró.
Tras lamentar que durante dos meses que lleva el conflicto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ha sido capaz de adoptar una resolución para llamar a un alto el fuego, Polianski denunció que, bajo la presión de EE.UU., "el imperativo absoluto de un alto el fuego fue sustituido por un llamamiento sin dirección a pausas sin garantías".
Según el alto diplomático, difícilmente se puede esperar que Occidente haga una evaluación adecuada de lo que está ocurriendo, ya que EE.UU. y el Reino Unido nunca han rendido cuentas por sus "crímenes de guerra".
Asimismo, el representante ruso indicó que Tel Aviv cometerá una enorme violación si decide inundar los túneles de Gaza. "Aumentan los crímenes de guerra: en los últimos días se ha difundido información espeluznante sobre los planes de Israel de inundar con agua de mar las instalaciones subterráneas de la Franja de Gaza", aseveró.
También agregó que las Fuerzas de Defensa de Israel "ya prepararon un sistema de tuberías y bombas para inyectar agua de mar y está estudiando con EE.UU. la viabilidad de tal inundación". "Tal medida, de ser aprobada, constituiría un evidente crimen de guerra", subrayó.
El número total de palestinos muertos en ataques israelíes desde el 7 de octubre ya asciende a 17.177, y hay más de 46.000 heridos, según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza