Si no se aprueba el paquete de ayuda para Ucrania solicitado por la Casa Blanca, Estados Unidos acabará enredado en una guerra con Rusia, declaró este miércoles el presidente estadounidense Joe Biden.
Hablando en rueda de prensa, el mandatario se dirigió al Congreso instando urgentemente a los legisladores para que den antes de las vacaciones navideñas el visto bueno a los cerca de 60.000 millones de dólares solicitados para Kiev, dado que el Ejecutivo estadounidense practicamente ya ha agotado los fondos destinados para el país eslavo.
"Cualquier interrupción en los suministros para Ucrania claramente fortalece la posición de [presidente ruso Vladímir] Putin", indicó Biden. "Si Putin captura Ucrania, no se detendrá. Es importante ver a largo plazo. Va a seguir adelante", agregó.
El inquilino de la Casa Blanca precisó que si Rusia ataca a un miembro de la OTAN, EE.UU. está "comprometido como un aliado" de la Alianza "a defender cada pulgada del territorio" del bloque militar.
"Entonces tendremos algo que no estamos buscando y que no tenemos hoy en día: las tropas estadounidenses combatiendo contra las tropas rusas", dijo el mandatario, pidiendo a los legisladores que aprueben los fondos para así supuestamente evitar dicho escenario.
Refiriéndose a la votación de procedimiento sobre el paquete de ayuda, fechada para este miércoles, Biden aseguró que "va a ser muy recordada" ya que "la historia juzgará duramente a los que den la espalda a la causa de la libertad". "No podemos dejar que Putin gane", insistió.
Poco después, los republicanos del Senado bloquearon la votación sobre el mencionado paquete que incluye financiación para Ucrania.
En octubre, la Casa Blanca había agrupado la financiación adicional para Kiev con la ayuda a Israel, armas para Taiwán y fondos para la frontera entre EE.UU. y México, en un intento por conseguir el apoyo de los republicanos. Ahora, el presidente se ha quejado de que la oposición está reteniendo el dinero para Ucrania como "rehén" con el fin de impulsar su agenda "partidista extrema" en lo que respecta al tema fronterizo.
Con su oposición, "los republicanos en el Congreso están dispuestos a darle a Putin el mayor regalo que podría esperar y abandonar nuestro liderazgo global no solo en Ucrania, sino más allá", dijo.
Instó a los republicanos a "no dispararle en la rodilla" a Kiev por diferencias en la política fronteriza estadounidense y prometió tomar medidas para "arreglar el roto sistema migratorio".
Según Biden, el "valiente pueblo de Ucrania" ha "negado a Rusia una victoria en el campo de batalla". Los estadounidenses "deberían enorgullecerse de haber permitido el éxito de Ucrania" mediante el suministro de armas y municiones, aseveró, señalando que no está dispuesto a "apartarse" de esta política.
El inquilino de la Casa Blanca señaló que la continuación de ayuda a Kiev por parte de los aliados europeos y del G7 se encuentra en vilo sin los nuevos desembolsos de Washington.
La Casa Blanca informó el lunes al Congreso de que había gastado prácticamente todo el dinero que éste había aprobado previamente para Ucrania, instando a la mayoría republicana de la Cámara de Representantes a aprobar la petición de Biden.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, respondió el martes que la financiación de Ucrania "dependía de la promulgación de un cambio transformador a las leyes de seguridad fronteriza" de EE.UU., así como de que Biden proporcionara al Congreso "una contabilidad completa de cómo se gastó la ayuda militar y humanitaria estadounidense anterior" a Ucrania "y una explicación de la estrategia del presidente para garantizar un camino acelerado hacia la victoria".