"La guerra que continúa hoy en el territorio de Ucrania también tendrá un efecto negativo sobre la salud global", dijo Ghebreyesus, al intervenir en la inauguración de un foro global en Bakú dedicado a las amenazas al orden mundial.
Al mismo tiempo, agregó que no quiere perder la esperanza, porque "después de la noche más oscura viene el amanecer".
Rusia anunció el pasado 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Las acciones militares provocaron una crisis humanitaria en muchas ciudades y localidades ucranianas. Moscú responsabiliza de eso a las autoridades de Kiev que se niegan a acordar el trabajo de los corredores humanitarios, así como a los nacionalistas locales que, según el Ministerio de Defensa ruso, usan a los civiles como escudo humano.
