En un informe difundido por la organización CitizenGO, “un grupo que defiende los derechos de la fe cristiana”, se analizan las declaraciones hechas por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro en donde hace alusión a su posición con relación a los planes de la ONU, respecto a restringir la libertad religiosa cuando los predicadores señalen lo malo de la ideología de género, la cual se trata de imponer por la fuerza como algo bueno según el punto 5 referente a la agenda 2030.
El informe, que salió a luz pública el pasado 27 de octubre por el Secretario General de la OEA expresa lo siguiente: “Preocupan los casos de instrumentalización del discurso religioso, con el objetivo de legitimar prácticas de discriminación. Finalmente, se requiere trabajar en la concreción de regímenes de laicidad y la profundización de Estados laicos”.
Según estas declaraciones el Sr. Almagro se olvida del artículo 12 de la Convención Americana de los Derechos Humanos la cual juró cumplir y hacer cumplir la libertad religiosa, pues nadie puede sufrir restricciones a su fe.
Esta actitud rompe con todos los principios tradicionales,
Almagro se olvida de defender la libertad religiosa, como es su obligación, ya que en su declaración insta a las religiones a evitar la discriminación y a los estados a “profundizar en el laicismo”, despojando todo aspecto religioso de la vida política y educativa.