En el centro médico Al Shifa, el mayor de la Franja de Gaza, carece de agua, alimentos y electricidad, declaró el jefe del hospital, Mohamed Abu Salmiya.
"El hospital se ha convertido en una gran prisión sin agua, electricidad ni comida (...), está completamente bloqueado", dijo el jefe del centro médico al canal de televisión Al Jazeera.
El Ejército israelí provocó la explosión del sistema principal de suministro de agua del hospital, prosiguió Abu Salmiya, no hay reservas de agua ni oxígeno, y el personal médico no tiene la intención de abandonar a los pacientes.
"Nos quedaremos con los heridos y los enfermos, solo nos iremos con ellos", subrayó.
Abu Salmiya agregó que desde el centro médico "no se disparó una sola bala" contra los militares israelíes.
Según el jefe del hospital, el área del hospital la patrullan drones y además operan francotiradores en la zona; nadie puede moverse entre los edificios; los médicos no tienen contacto con sus colegas; y los cuerpos de las víctimas aún permanecen en las instalaciones, es imposible sacarlos de los edificios.
"Ya no podemos ayudar a los enfermos. Si esto continúa, muchos morirán", advirtió.
La ministra de Salud Palestina, Mai Al Kaila, reconoció que no tenía información sobre la situación en Al Shifa debido a la falta de comunicación con el hospital.
Según el canal de televisión i24, el Ejército israelí está ampliando su operación en el centro a la parte sur del hospital, mientras que los medios de comunicación árabes informaron que las fuerzas israelíes ya habían demolido grandes áreas de territorio en el complejo médico.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el 15 de noviembre que habían descubierto en el territorio del hospital un centro de mando del movimiento palestino Hamás, su infraestructura y armas.