Queridos hermanos de la iglesia en Roma:
Yo soy servidor y apóstol de Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar las
buenas noticias que él tiene para nosotros.
Dios había prometido enviarnos a su
Hijo. Así lo habían anunciado sus profetas en la Biblia. Esas buenas noticias
nos dicen que su hijo Jesucristo vino al mundo como descendiente del rey David.
Jesucristo murió, pero Dios lo resucitó,
y con eso demostró que Jesucristo es el poderoso Hijo de Dios.
Jesús me demostró su amor y me eligió
para que le sirva como apóstol, pues quiere que todo el mundo le obedezca y
crea en él. Ustedes, que viven en Roma, son algunos de los que han creído en
Jesucristo. Dios los ama y los ha elegido para formar parte de su pueblo. Le
pido a Dios, nuestro Padre, y al Señor Jesucristo, que también ellos les
demuestren su amor y les den su paz.