Las revelaciones del periódico The Washington Post de que los servicios especiales de Ucrania, en colaboración con la CIA, están implicados en atentados terroristas perpetrados en Rusia tienen mucho que ver con las próximas elecciones en EE.UU., afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, en una entrevista con el medio Moskva 24.
Según Zajárova, The Washington Post tiene dos razones para hacer tales declaraciones. La primera consiste en eximir de responsabilidad a la Administración estadounidense. La segunda reside en el periodo electoral, que ahora está cobrando impulso en EE.UU.
"No es ningún secreto que las agencias de seguridad subordinadas al régimen de Kiev están detrás de toda la cadena de un enorme número de atentados terroristas, que no comenzaron en 2022, sino mucho antes, tanto en el territorio de la Federación Rusa como en sus inmediaciones. Si ahora los medios de comunicación estadounidenses están empezando a 'ver la luz', hay un motivo para ello, y la razón es obvia", explicó la vocera.
Asimismo, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, comentó la publicación del periódico estadounidense, afirmando que los servicios de seguridad rusos habían declarado muchas veces que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) estaba supervisado por la CIA, por lo que esa información no era nueva para el Kremlin.
Anteriormente, el medio en cuestión informó que desde 2015 la CIA ha gastado decenas de millones de dólares para convertir a los servicios de seguridad ucranianos en poderosos "aliados contra Moscú" y que equipos de élite fueron formados, entrenados y equipados en estrecha colaboración con Washington. Además, el periódico señaló que la agencia proporcionó equipos de comunicaciones seguras, dispositivos de espionaje e incluso disfraces y uniformes para que los agentes se infiltraran en territorio ruso.
Según el artículo de The Washington Post, el atentado de agosto de 2022 en el que murió Daria Dúguina formaba parte de una "atroz guerra en la sombra" en la que el SBU destruyó dos veces el puente de Crimea, lanzó drones contra el Kremlin y "agujereó los cascos de barcos rusos" en el mar Negro.