El papa Francisco hizo un nuevo llamado en defensa del medioambiente a través de una exhortación apostólica, publicada este miércoles 4 de octubre. El documento apunta contra los países más ricos y reclama un cambio en el "estilo de vida irresponsable" de Occidente para poder combatir el calentamiento global.
La carta, llamada 'Laudate deum', da continuidad a su encíclica de 2015 sobre el medioambiente, 'Laudato si', y reclama acciones concretas para modificar la tendencia actual, a la vez que cuestiona a quienes "pretenden negar, esconder, disimular o relativizar" el cambio climático cuyas manifestaciones son "cada vez más patentes".
En ese sentido, el papa Francisco aseguró que "no hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas". Por esto, exige un "cambio generalizado en el estilo de vida irresponsable ligado al modelo occidental", ya que eso tendría "un impacto significativo a largo plazo". "Las emisiones per cápita en EE.UU. son alrededor del doble de las de un habitante de China y cerca de siete veces más respecto a la media de los países más pobres", detalló.
Además, en otro tramo de su exhortación, el líder de la Iglesia católica criticó a quienes "con la pretensión de simplificar la realidad" hacen responsables de la crisis "a los pobres porque tienen muchos hijos", lo que pretenden resolver "mutilando a las mujeres de países menos desarrollados". "Como siempre, pareciera que la culpa es de los pobres", lamentó. "La realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50 % más pobre de toda la población mundial, y que la emisión per cápita de los países más ricos es muchas veces mayor que la de los más pobres", aclaró.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2023 (COP28) es el ámbito en el que se deben buscar respuestas y compromisos para enfrentar el calentamiento global, ya que no hay "reacciones suficientes" mientras el mundo "se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre", advirtió el papa.
"Decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático", escribió Francisco en la exhortación apostólica. "La transición que se necesita hacia energías limpias, abandonando los combustibles fósiles, no tiene la velocidad necesaria. Por consiguiente, lo que se está haciendo corre el riesgo de interpretarse solo como un juego para distraer", agregó.
"No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente. Esta convención puede ser un punto de inflexión", concluyó.
La COP28 se desarrollará desde el 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).