Por eso debemos poner más interés en el
mensaje de salvación que hemos oído, para no apartarnos del camino que Dios nos
señala. Si el mensaje que anunciaron los ángeles resultó ser verdad, y quienes
no lo obedecieron recibieron el castigo que merecían, con más razón seremos
castigados nosotros si no cuidamos una salvación tan importante. Porque el
Señor mismo fue el primero en dar el mensaje de salvación, y los que oyeron ese
mensaje también nos demostraron después que era verdad.
Dios también nos lo demostró por medio
de muchas señales, y de acciones maravillosas, y también con milagros. Además,
cuando lo hizo, les dio el Espíritu Santo a quienes él se lo quiso dar.