Un nuevo estudio realizado en la selva amazónica de Brasil parece haber ayudado a resolver el misterio de las 'tierras pretas'. Especialistas defienden que estos terrenos, sorprendentemente distintos de los que los rodean, son de origen artificial.
Las tierras pretas son un fenómeno de la Amazonía que consiste en zonas de tierra fértil de color oscuro, que se encuentran con bastante frecuencia en selvas impenetrables. Ya se sabía que aparecieron hace muchos siglos e incluso milenios.
La explicación de su origen ha sido un enigma. De hecho, estas zonas son muy diferentes de su entorno, ya que representan un suelo fértil, mientras tanto, todos los demás suelos subyacentes a la vegetación forestal de la Amazonía, especialmente en sus tierras altas montañosas, son sorprendentemente infértiles. Gran parte del suelo amazónico es ácido y pobre en nutrientes, por lo que la agricultura en esas tierras es imposible.
Esta tierra preta se ha encontrado en asentamientos humanos de hace cientos o miles de años. Y se ha debatido si el suelo superrico fue creado a propósito o si se trata de un subproducto casual de estas antiguas culturas.
En un nuevo estudio, un equipo interdisciplinario de científicos reunió resultados de análisis de suelos en laboratorio, observaciones etnográficas y entrevistas con indígenas contemporáneos. El exhaustivo análisis de los datos permitió a los investigadores sostener que la misteriosa tierra preta fue creada deliberadamente por los antiguos habitantes de la Amazonia. Descubrieron la forma de enriquecer el suelo y convertirlo en fértil, lo que impulsó el desarrollo de asentamientos y sociedades complejas.
Los análisis de laboratorio también demostraron que la tierra preta contiene una enorme cantidad de carbono almacenado durante siglos. Esto significa que la gente ha cultivado la tierra durante generaciones, enriqueciéndola con fertilizantes. Para ello, utilizaban restos de comida y carbón vegetal. El suelo fue acumulando detritus ricos en carbono y almacenándolos durante cientos o miles de años. Por esta razón, las tierras pretas todavía son capaces de producir ricas cosechas.
"Los antiguos amazónicos depositaron mucho carbono en el suelo, y gran parte de él sigue ahí hoy en día. Eso es exactamente lo que queremos para los esfuerzos de mitigación del cambio climático", afirma Samuel Goldberg, coautor del estudio y profesor adjunto en la Universidad de Miami.
Según el científico, quizá podríamos adaptar algunas de sus estrategias autóctonas a mayor escala, para retener el carbono en el suelo, en las formas que ahora sabemos que permanecerían allí durante mucho tiempo.