Entierran 180 cadáveres de lobos marinos para evitar más contagios de gripe aviar

La cantidad de muertes por gripe aviar aumenta entre la población de lobos marinos en Uruguay, por lo que las autoridades ya realizaron al menos 180 entierros sanitarios con la intención de evitar la propagación de la enfermedad.
Esta medida fue tomada sin tener en cuenta si hubo un diagnóstico certero sobre los decesos y pese a que para que se produzcan contagios entre ejemplares de la especie es necesaria una mutación del virus H5, algo que no está confirmado.
De acuerdo con la encargada de fauna del Ministerio de Ambiente, Carmen Leizagoyen, las muertes se produjeron en Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha. "No hay vacuna, no hay nada. No hay manera de evitar que se contagien", expresó la funcionaria, quien agregó que "es esperable que actúe la propia inmunidad de la especie y se generen anticuerpos contra la enfermedad".
Respeto del nivel de mortandad, dijo que en otros países de la región fue de 3 y 9 %, por lo que señaló que en Uruguay están "en ese entorno" y aguardan "que no sobrepase" ese nivel. No obstante, advirtió sobre el riesgo de que la enfermedad se manifieste con "hembras preñadas", que tienen "menos posibilidad de inmunidad", ya que a un animal preñado "le cuesta más defenderse contra el virus". "Son signos de interrogación que tenemos", dijo.
Los estudios realizados sobre la enfermedad hasta el momento muestran que la positividad en las especies que fueron testeadas alcanza el 47,22 %, anunció la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. 
En tanto, Leizagoyen explicó que para conocer detalles sobre la transmisión se debe tener la secuenciación del virus que afectó a los lobos marinos.
Fue la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) la encargada de realizar la caracterización genética del virus que afectó al país en un primer brote, con muestras tomadas de dos cisnes de cuello negro y diez aves de corral. Así se descubrió que la variante está relacionada con la enfermedad de alto nivel de patogenicidad que ya fue detectada en otras partes de América.
"Estamos con datos de otras especies o de otras situaciones viendo con qué nos podemos encontrar. Por ahora no hay una mortalidad que haya llegado a la costa. Es decir, no hay cientos de ejemplares en la costa. Pero estamos en pleno brote", concluyó Leizagoyen.