El portavoz del ente, teniente general Ígor Konashénkov, precisó que el ataque se llevó a cabo a las 12:30 del 18 de junio (GMT+3) cerca del poblado Shirókaya Dacha, "cuando los mandos del grupo operativo estratégico Aleksandriya estaban celebrando una reunión de trabajo en el lugar".
Como resultado del ataque, según el representante de Defensa, fueron eliminados más de 50 generales y oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania, particularmente, del Estado Mayor General, el grupo de tropas Kajovka, las tropas de asalto aéreo y las unidades implicadas en las áreas de Nikoláev y Zaporiyia.
En la ciudad de Nikoláev, en el sur de Ucrania, los misiles de crucero Kalibr destruyeron en la noche del 18 de junio 10 obuses M777 de 155 mm y una veintena de blindados que Ucrania había recibido de Occidente en los últimos días y que estaban almacenados en una fábrica de transformadores.
Otro ataque de misiles, realizado con el sistema Iskander, destruyó dos lanzacohetes múltiples Uragán en una planta de Járkov que se especializa en el mantenimiento de blindados, dijo Konashénkov.
Hacia las 19:20 del 18 de junio, las fuerzas rusas dispararon misiles aire-superficie a un convoy ferroviario que había trasladado tropas y armamento desde el noroeste de Ucrania a la zona de operaciones bélicas en el Donbás.
El portavoz de Defensa estimó que el ataque, lanzado cerca de la estación Gubinija, en la provincia de Dnipró, se saldó con la muerte de más de 100 militares ucranianos y la destrucción de unos 30 blindados.
Algunas horas antes, las tropas ucranianas se habían visto bajo el fuego amigo cerca de Shirókoye, en la misma provincia. Según Konashénkov, sus posiciones fueron atacadas por dos aviones Su-25.
A juicio del portavoz militar ruso, las bajas masivas obligan a los mandos ucranianos a involucrar en el combate a soldados que no se han adiestrado lo suficientemente en el manejo de armas y equipos bélicos.
