Los precios del petróleo, gas y fertilizantes subieron a nivel mundial, por lo que varios organismos internacionales han advertido sobre una posible escasez de alimentos en algunas regiones del mundo.
La crisis alimentaria y el aumento de los costes de los alimentos han sido provocados por la inflación mundial y una creciente crisis energética cuando la economía intentaba recuperarse de las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
Las sanciones unilaterales de Estados Unidos y la Unión Europea impuestas a Moscú por la operación militar lanzada el pasado 24 de febrero en Ucrania, agravaron la situación. Los precios del trigo y otros alimentos subieron a nivel mundial hasta niveles récord, lo que según David Beazley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, podría ocasionar unos 323 millones de personas en riesgo de padecer hambre.
Entre las regiones más vulnerables se encuentran los países del norte de África y de África tropical y los del Oriente Medio.
Varios países y organismos internacionales aprobaron medidas de apoyo y asignaciones financieras para prevenir una inminente crisis alimentaria.