Cambio climático provoca pérdida de sueño

El cambio climático causado por el ser humano está calentando el planeta a una velocidad para la que la humanidad y el mundo natural no están preparados. Los investigadores demostraron que el aumento de las temperaturas tiene un impacto negativo en nuestra salud. Por ejemplo, disminuye la horas del sueño.
Según el estudio, si las temperaturas siguen subiendo, cada persona en todo el mundo verá reducido su sueño entre 50 y 58 horas al año a finales de siglo.
Los investigadores del estudio descubrieron que las temperaturas nocturnas más cálidas tienen un efecto adverso en el sueño de una persona, afectando negativamente su calidad. El estudio se llevó a cabo mediante el seguimiento de siete millones de registros de sueño de más de 47.000 adultos en 68 países.
"Nuestro cuerpo está muy adaptado para mantener una temperatura corporal estable, algo de lo que depende nuestra vida", afirmó el autor principal, Kelton Minor, de la Universidad de Copenhague.
Los investigadores descubrieron que quienes dormían con temperaturas de 30 grados Celsius perdían 14 minutos de su horario de sueño.
Quienes son especialmente vulnerables a la pérdida de sueño por el aumento del calor son los ancianos, las mujeres y los habitantes de los países de bajos ingresos, así como de las regiones más cálidas.
Los que no tienen acceso al aire acondicionado o a otras herramientas para controlar el aumento de la temperatura de su hogar serán los que más sufran, lo que aumenta las desigualdades causadas por el cambio climático en todo el mundo.
"Para tomar decisiones informadas sobre la política climática en el futuro, debemos tener más en cuenta todo el espectro de impactos climáticos futuros plausibles que se derivan de las opciones de emisiones de gases de efecto invernadero de la sociedad actual", señaló Minor.
El sueño es una función necesaria que afecta tanto a la salud física como mental de una persona. El sueño ayuda a mantener la salud del sistema inmunitario, la cognición, la atención y el estado de ánimo y comportamiento. A su vez, la falta de sueño deteriora la salud mental y física de una persona, provocando problemas cardiovasculares, depresión, ira e incluso puede provocar una muerte prematura.