El batallón neonazi de Ucrania Aidar convirtió una fábrica en una cárcel en Lugansk, ubicada en este del país europeo, donde torturó a detenidos.
Las fuerzas del batallón nacionalista ucraniano Aidar, uno de los grupos neonazis incorporados a las Fuerzas Armadas Ucranianas desde el golpe de Estado de 2014 en Kiev, usaron de Polovikin, una antigua fábrica de embutidos, como un centro de detención, torturas y muerte, según un reporte del corresponsal de la cadena Telesur Alejandro Kirk.
Un número aún indeterminado de personas fueron internadas ilegalmente en el lugar, situado en una zona recientemente recuperada en la República Popular de Lugansk, por motivos políticos o simple extorsión.
Asimismo, Dmitry Romanchuk, médico de Polovikin, reveló que los análisis forenses sobre cuerpos de muertes mostraron signos de muerte violenta y, además de las heridas de bala, hubo casos en los que se encontró algún tipo de puñalada, apuñalamiento, heridas, causadas por objetos contundentes y duros.
Según Ivan Maslov, exprisionero de Aidar, en esta cárcel el grupo se hacía las palizas, los interrogatorios, las torturas y todo lo demás.
En este contexto, Sergey Belov, diputado de la república, denunció que el batallón utilizó la tortura contra las personas que consideraba prisioneros de guerra, “sin darles la oportunidad de defensa, como estipula el derecho internacional acerca de la tortura”.
Si una persona tenía algo que ver con el servicio militar de una manera u otra, se utilizaba la tortura, y era una tortura severa, criticó.
Ante tal situación, el diputado urgió a seguir una nueva estructura para disuadir tales delitos a escala mundial, debido a que estos son una crisis del derecho penal internacional. De hecho, las fuerzas de Aidar deben ser castigadas.
Miles de archivos de asesinatos y tortura han sido presentados por las autoridades de Lugansk a la Corte Penal Internacional (CPI) y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). No obstante, ninguno ha sido aceptado, según el informe.
Rusia ha denunciado una y otra vez la tortura de sus soldados detenidos en Ucrania por nacionalistas ucranianos durante la operación militar rusa contra su vecino.