Kiev apoya la iniciativa de la ONU de establecer un armisticio de cuatro días en el país a partir del 21 de abril, durante la Semana Santa Ortodoxa, comunicó el Ministerio de Exteriores ucraniano.
El 19 de abril, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió una pausa humanitaria de cuatro días de Pascua que comienza el 21 de abril, el Jueves Santo y se extiende hasta el Domingo de Resurrección, 24 de abril, para permitir la apertura de los corredores de ayuda humanitaria.
"Ucrania siempre ha estado y sigue estando comprometida con la solución del conflicto de manera pacífica y diplomática. También reafirmamos nuestro acuerdo con la propuesta de un alto el fuego humanitario", dice el comunicado.
La Cancillería aseguró compartir plenamente la opinión de que "la pausa humanitaria es necesaria para la evacuación segura de miles de civiles deseosos de abandonar las zonas peligrosas".
Asimismo, el ministerio agradeció "la disposición de la ONU de garantizar la entrega de ayuda humanitaria, muy necesaria para la población de las zonas más afectadas de Ucrania".
Rusia anunció el pasado 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
El pasado 29 de marzo, la autoridad castrense rusa reafirmó que da por cumplido el objetivo esencial de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y se enfocará en adelante en la "liberación de Donbás".
Del 24 de febrero al 19 de abril, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 2.224 civiles y dejaron heridos a otros 2.897, pero el balance real es mucho más alto, según la ONU. La mayoría de estas víctimas civiles, entre las que hay 173 niños muertos y 280 heridos, son resultado de ataques aéreos y de artillería.
Numerosos países condenaron la operación militar de Rusia y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.