Está previsto que la Policía impida a los judíos visitar el lugar hasta el final de las vacaciones musulmanas del Ramadán por lo menos.
Anteriormente, el ministro israelí de la Diáspora, Nachman Shai, advirtió que el delicado arreglo de la Explanada de las Mezquitas se deteriora a medida que más judíos acceden a ese lugar sagrado tanto para los musulmanes.
"Hay muchos más judíos que suben al Monte del Templo. Hay algunos que se detienen en el camino y rezan, lo cual estaba prohibido", dijo Shai en una entrevista con la emisora de radio pública 'Kan'.
Hay una "cierta escalada, un cierto deterioro. También en el statu quo. Abrieron el Monte y permitieron que más y más judíos fueran allí", agregó.
"El precio que pagaremos después, todos nosotros, será enorme", dijo.
La Administración judía del lugar sagrado tanto para los musulmanes, como para los judíos, pero en el que los judíos tienen prohibido rezar y solo pueden visitar a ciertas horas, afirmó que las oraciones judías se llevarán a cabo a las puertas del recinto y junto a las paredes occidental, meridional, oriental y norte de la Explanada de las Mezquitas.
La Policía ha entrado en el complejo varias veces para sofocar los disturbios palestinos durante el Ramadán, el mes sagrado musulmán que termina a finales de abril.
La violencia más intensa tuvo lugar el pasado 15 de abril, después de que las fuerzas de seguridad israelíes acusaran a los palestinos de arrojar piedras que habían almacenado dentro de la mezquita de Al Aqsa hacia el Muro de los Lamentos colindante. Más de 150 palestinos resultaron heridos y unos 400 fueron arrestados en los disturbios que siguieron. Los enfrentamientos han continuado casi a diario desde entonces.
Un total de 4.625 visitantes judíos entraron al recinto durante las vacaciones de Pascua.
