La Puerta, y la seguridad que brinda

La puerta
Jua 10:7  Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 
Jua 10:8  Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 
Jua 10:9  Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 
El Señor emplea aquí una ilustración de la vida diaria de los pastores: “Yo soy la puerta de las ovejas”. Los pastores se acostaban en la abertura del redil para proteger a las ovejas de cualquier peligro, de ladrones, o fieras, y así se convertían en “puerta”.
Él señala posibilidad de falsos pastores, que serían “puertas inseguras”, cuyas intenciones no son la integridad y bienestar del rebaño, sino el abuso y aprovechamiento de ellos. Lamentablemente nuestra experiencia confirma esta verdad. Otras Escrituras afines que plantean lo mismo:
Mat 7:21  No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 
Mat 7:22  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 
Mat 7:23  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
2Co 11:13  Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 
2Co 11:14  Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 
2Co 11:15  Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. 
El Pastor
Ahora, volviendo al pasaje en Juan 10, vemos lo siguiente:
Todos los que entran, llegan a ser sus ovejas, y a pertenecerle a Él. Entran y salen bajo su cuidado, guía, y protección. Son salvos de estar expuestos al peligro, de perecer para siempre.
En contraste con los líderes religiosos abusadores y explotadores (hay muchos hoy día), Él vino para dar; para que tuvieran vida, y en abundancia. La vida que da es lo contrario de estar “muertos en delitos y pecados”, y la vida de contiendas y conflictos que caracteriza al camino espacioso.
Tit 3:3  Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. 
Miremos un poco más adelante en la lectura de Juan 10, que sigue hablando de este buen Pastor, el Señor Jesús.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
“El buen Pastor su vida da por las ovejas”, y fielmente demuestra el amor y cuidado del Padre. En el gráfico vemos que hay una cruz dibujada en la puerta angosta. Nos habla de lo que Él tuvo que hacer para llegar a ser puerta de salvación para nosotros. Él tuvo que morir como sacrificio en la cruz por nuestros pecados para abrir una escapatoria desde el camino espacioso al camino angosto que va al cielo. 
Muerte y vida
En estos versículos, por tres veces enfatiza su muerte. Cualquier otra manera de expiar el pecado nuestro no es aceptable, ya que la paga del pecado es muerte. Obras meritorias o de caridad no remueven el pecado delante de Dios. La única Puerta válida es Cristo crucificado, aceptado por el pecador como sustituto propio. La persona que lo cree, está entrando por la Puerta, y habiendo entrado, está a salvo de perderse jamás.
Él da su vida en sacrificio voluntario, y es una evidencia elocuente de su amor para con el Padre y por nosotros. También es evidencia de su deidad, y potestad sobre la vida y la muerte, ya que exhibe soberana voluntad que ningún ser humano tiene sobre su vida: la pone, y la vuelve a tomar.
Sigamos un poco más adelante a partir del versículo , en Jua 10:24  Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 
Jua 10:25  Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 
Jua 10:26  pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 
Jua 10:27  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 
Jua 10:28  y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 
Jua 10:29  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 
Jua 10:30  Yo y el Padre uno somos. 
Jua 10:31  Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. 
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. 
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
La incredulidad de los oyentes definió su posición con respecto a Cristo; en otras palabras, ¿En qué lado de la puerta estaban?
Se aborda el rema de la vida eterna. Es más que existencia sin fin; es existencia en relación con Dios, en viva comunión con Él y en su presencia; realmente es su vida impartida, puesta en nosotros. La verdad es que todo ser humano existirá para siempre: o en vida eterna (existencia en comunión con Dios y en su presencia) o en muerte espiritual, que es existencia excluida de la presencia de Dios, en el consciente sufrimiento del lago de fuego y que la Biblia llama la muerte segunda (Apo_20:14-15).
Nota la absoluta seguridad: en la mano de Jesús, el Pastor; luego en la mano del Padre. Constituye un lugar seguro, a prueba de cualquier intento enemigo alguno de arrebatar a las ovejas, que son los creyentes, los que han entrado por la puerta.
Aquí hay un hermoso comentario del apóstol Pedro con respecto; figura en 1Pe_2:24-25: 
Quien llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuimos sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas.
¿Por cuál lado de la puerta estaban esos judíos? Y, habiendo meditado en estas verdades, ¿cómo respondes ante el coro sencillo? 
Una sola puerta hay, mas son sus lados dos:
Adentro y afuera, ¿por cuál lado estás?
Una sola puerta hay mas son sus lados dos.
Yo estoy adentro, y tú, ¿dónde estás?