Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Pero todo esto os harán por causa de mi nombre; porque no conocen al que me envió.
Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa de su pecado.
El que me aborrece, también a mi Padre aborrece.
Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora también ellos las han visto, y nos han aborrecido a mí y a mi Padre.
Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
Pero cuando viniere el Consolador, al cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio de mí. Y vosotros también daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.
Estas cosas os he hablado para que no os escandalicéis.
Os echarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os matare, pensará que rinde servicio a Dios.
Y esto os harán, porque no han conocido al Padre, ni a mí.