Decenas de miles de personas han tomado las calles de varias ciudades de Israel después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunciara que había destituido al ministro de Defensa, Yoav Gallant, argumentando que entre ambos existían "brechas significativas en la conducción de la guerra", sumado a las supuestas "declaraciones y acciones que contradecían las decisiones del Gobierno y del gabinete" por parte del ahora exministro.