Cristo vino a cumplir la ley

No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. 
Al contrario, vine para cumplir sus propósitos. 
Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla. 
Entonces, si no hacen caso al más insignificante mandamiento y les enseñan a los demás a hacer lo mismo, serán llamados los más insignificantes en el reino del cielo. 
Pero el que obedece las leyes de Dios y las enseña será llamado grande en el reino del cielo. Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.