Unos 100 neonazis ucranianos vestidos de camuflaje y con pasamontañas intentaron tomar una catedral de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs).
Los neonazis abrieron fuego contra feligreses pacíficos, entre los que había mujeres, niños y ancianos, utilizaron gas pimienta y expulsaron a los fieles del servicio.
La portavoz de la Cancillería, María Zajárova sostuvo que estamos convencidos de que Zelensky no logrará destruir la Ortodoxia canónica, que profesa la mayoría de la población del país.
Instamos a la comunidad internacional a condenar la guerra sacrílega del régimen de Kiev contra la Iglesia ortodoxa ucraniana.