Un equipo de investigadores australianos logró resolver la incógnita en que estuvo envuelta durante ocho décadas la propagación de la úlcera de Buruli, una enfermedad crónica que afecta piel y huesos, causando deformaciones permanentes y discapacidad de larga duración.
Los causantes de la propagación de la bacteria carnívora de piel 'Mycobacterium ulcerans' son los mosquitos, según un comunicado del Instituto Peter Doherty para Infecciones e Inmunidad cuyos científicos formaron parte en el estudio. A día de hoy, la bacteria se ha propagado por 33 países de clima tropical subtropical o templado de África, América del Sur y las regiones del Pacífico Occidental, Australia incluida, según datos de OMS.
Una investigación, liderada por el profesor Tim Stinear de la Universidad de Melbourne, director del Centro Colaborador de la OMS en el Instituto Peter Doherty, ha confirmado un vínculo largamente sospechado entre los mosquitos y la propagación de la bacteria carnívora que causa la úlcera de Buruli.
La úlcera se detectó por primera vez en Australia en la década de 1940 y su diagnóstico ha aumentado significativamente en el estado de Victoria en los últimos años.
La bacteria 'Mycobacterium ulcerans' crea toxinas que destruyen las células de la piel, los vasos sanguíneos y la grasa debajo de la piel.
Según el Departamento de Salud del estado australiano de Victoria, la úlcera de Buruli a menudo aparece como una mancha que "parece la picadura de un mosquito o una araña", pero que crece con el paso de los días o semanas.
Mediante la secuenciación del genoma, el equipo estableció que la composición genética de las bacterias en dos tipos de mosquitos era idéntica a la de los humanos que contrajeron úlceras de Buluri en el área, explicó el doctor Peter Mee, uno de los autores principales del artículo.
"Esta investigación es importante porque todos podemos tomar medidas sencillas, como aplicar repelente de insectos y eliminar el agua estancada en la casa, para proteger a la comunidad y reducir el riesgo de úlcera de Buruli", explicó otro participante del estudio, el profesor Paul Johnson.