En una declaración emitida este viernes en el 36.º aniversario del primer levantamiento popular de los palestinos contra el régimen israelí, conocido como la Intifada de las Piedras, [en aquel tiempo las piedras fueron el elemento de defensa de los jóvenes palestinos en contra del ejército israelí], el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha llamado a las masas del pueblo palestino dentro de todo el territorio ocupado por Israel a movilizarse y apoyar la bendita Mezquita Al-Aqsa, al dirigirse hacia este lugar sagrado y desafiar los obstáculos de la ocupación.
También ha llamado a los jóvenes revolucionarios palestinos en las ciudades, los pueblos y campamentos de la Cisjordania ocupada a enfrentarse al enemigo en consonancia con la batalla de la ‘Tormenta de Al-Aqsa’ en defensa de la tierra de Palestina y sus santidades.
HAMAS ha confirmado que la ‘Tormenta de Al-Aqsa’, la operación palestina que comenzó el pasado 7 de octubre contra el régimen israelí, es la continuación de la Intifada de las Piedras, hasta que termine la ocupación y se logren las aspiraciones del pueblo palestino de liberación y retorno.
“El aniversario de la Intifada de las Piedras, el 8 de diciembre de 1987, se produce en medio de una agresión nazi lanzada por la ocupación sionista contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza. Durante más de dos meses, no logró ninguno de sus objetivos frente a la firmeza de nuestro pueblo”, ha destacado.
En la nota ha resaltado que la ‘Tormenta de Al-Aqsa’, esta gran epopeya histórica librada por las Brigadas Ezzedine Al-Qassam (brazo militar de HAMAS) y la Resistencia palestina, es el derecho legítimo del pueblo palestino a defenderse a sí mismos, a su tierra y a sus santidades.
“Es una continuación natural de los levantamientos de nuestro pueblo para enfrentar la agresión de la ocupación nazi y frustrar todos sus planes de asentamiento y judaización”, ha enfatizado.
Se comprometió a enfrentar y frustrar los planes del enemigo israelí y sus partidarios de desplazar al pueblo palestino de su tierra e imponer soluciones que les priven de su derecho a la libertad y a vivir con dignidad en su tierra, renovando su rechazo de todos los proyectos de solución y normalización con el régimen sionista, que plantea una amenaza real a la seguridad y la estabilidad de la nación y del mundo, debido a su proyecto de colonialismo peligroso.