Los expertos lanzaron la alarma después de que una erupción solar provocara tres eyecciones de masa coronal separadas en el Sol, todas dirigidas hacia la Tierra, creando un raro halo CME.
Una CME es una nube de campos magnéticos y partículas cargadas procedentes del Sol que se desplaza hacia el espacio a una velocidad de hasta 3.000 kilómetros por segundo. Puede tardar varios días en viajar desde el Sol hasta la Tierra, donde las partículas cargadas se aceleran por las líneas del campo magnético terrestre. El resultado es una tormenta geomagnética, que a menudo se traduce en un óvalo de color verde y rojo alrededor de los polos de nuestro planeta y hasta latitudes medias si es lo suficientemente fuerte.
"Hubo una llamarada intensa justo delante de nosotros. (...) Por lo tanto, esperamos una tormenta magnética, quizá una de las más fuertes de este año", dijo a Sputnik María Abúnina, Miembro del Centro de Previsión Meteorológica Espacial del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Ondas de Radio de la Academia de Ciencias de Rusia.
Las tormentas solares suelen perturbar las señales de radio y GPS. Una CME, al ser una potente erupción de plasma y campos magnéticos procedentes de la corona solar, puede interactuar con el campo magnético y la ionosfera de la Tierra, provocando tormentas geomagnéticas y auroras.
Además, las tormentas solares a gran escala tienen el potencial de causar interrupciones y cortes de internet en varias regiones. Aunque graves, sus efectos suelen durar solo unas horas.