El director de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Craig Mokhiber, ha renunciado a su cargo, acusando a la organización internacional de incumplir su deber de impedir la "masacre a gran escala contra el pueblo palestino" por parte de Israel.
De acuerdo con The Guardian, Mokhiber presentó el 28 de octubre su carta de renuncia al alto comisionado de la ONU en Ginebra, Volker Turk, en la que destacó: "Una vez más estamos viendo cómo se desarrolla un genocidio ante nuestros ojos y la organización a la que servimos parece incapaz de detenerlo".
Además, acusó a EE.UU., el Reino Unido y la mayoría de los países europeos de "negarse a cumplir sus obligaciones" asumidas en virtud de las Convenciones de Ginebra, así como de armar a Israel y proporcionarle cobertura política y diplomática.
Según sus palabras, se debe apoyar el establecimiento de "un Estado único, democrático y laico en toda la Palestina histórica, con igualdad de derechos para cristianos, musulmanes y judíos". Añadió que, en este contexto, es necesario "el desmantelamiento del proyecto profundamente racista y colonial de los colonos [en referencia a los asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania] y el fin del apartheid en todo el territorio".
Mientras tanto, este martes también se dio a conocer que el gobernador del estado estadounidense de Rhode Island, Daniel McKee, despidió recientemente al concejal de la ciudad de Providence, Miguel Sanchez, quien criticaba las acciones de Israel en la Franja de Gaza.
"El gobernador McKee me despidió de mi cargo público por las atrocidades que ocurren en Gaza. [...] He usado mi voz como funcionario electo para condenar toda violencia contra cualquier civil inocente", afirmó Sanchez. También acusó a Washington de "ayudar activamente en un genocidio".
Además, el lunes se informó de que Paul Bristow, secretario parlamentario privado de Michelle Donelan, secretaria de Estado de Ciencia, Innovación y Tecnología, fue despedido del Gobierno británico por pedir un alto el fuego "permanente" en el enclave palestino. Fue destituido tras escribir una carta al primer ministro británico, Rishi Sunak, en la que apoyaba un alto el fuego total en lugar de "pausas humanitarias a corto plazo, señalando que la medida "salvaría vidas y permitiría que una columna continua de ayuda humanitaria [llegara] a las personas que más la necesitan".