El 5 de noviembre, el ministro israelí de Asuntos de Jerusalén y Patrimonio, Amihai Eliyahu, declaró que un ataque nuclear contra la Franja de Gaza "es una de las posibilidades" del desarrollo del conflicto. Sin embargo, un poco más tarde, el funcionario señaló que su "declaración es metafórica".
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, calificó las palabras sobre la posibilidad de utilizar armas atómicas contra la Franja de Gaza de "provocadoras y absolutamente inaceptables".
"En el contexto de la histórica política israelí de incertidumbre respecto a la posesión de armas nucleares, estas declaraciones no solo confirman claramente que este país posee tales armas, sino que también demuestran la voluntad de considerar seriamente la posibilidad de su uso en escenarios completamente inapropiados", indicó la vocera.
En sus palabras, el discurso del ministro israelí sigue planteando una serie de cuestiones que la comunidad internacional debería considerar.
Las declaraciones de Amihai Eliyahu también fueron condenadas por países como Estados Unidos, Catar, Arabia Saudita y Siria. El primer ministro Benjamín Netanyahu lo suspendió de su cargo "hasta nuevo aviso", alegando que las declaraciones "no tienen base en la realidad".
La comunidad internacional da por sentada la existencia del arsenal nuclear israelí, a pesar de que el país se niega a confirmar su capacidad. Los datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz estiman que Israel posee aproximadamente 80 armas nucleares, de las cuales 30 son bombas de gravedad para ser lanzadas por aviones y 50 están destinadas a misiles balísticos de medio alcance Jericho II.
"Este arsenal refuerza la superioridad militar de Israel en la región, que ya es indiscutible incluso si solo consideramos el armamento convencional", destacó a Sputnik Marcos José Barbieri Ferreira, profesor de la Universidad Estatal de Campinae (Brasil).
Los datos abiertos también indican que Israel dispone de medios de lanzamiento por tierra, mar y aire que podrían utilizarse como vectores de empleo de armas nucleares.
"En primer lugar, Israel dispone de cazas F-16 y F-15 (...) que pueden llevar armas nucleares", explicó Barbieri Ferreira.
En segundo lugar, destaca que el país judío tiene misiles balísticos y de crucero de la familia Jericho que pueden llevar cabezas atómicas y, en tercer lugar, tiene submarinos convencionales alemanes Dolphin que también podrían equiparse fácilmente con armas nucleares.
Sin embargo, la política de opacidad impide a Israel realizar pruebas nucleares o incluso demostrar sus capacidades para garantizar la disuasión del enemigo.
"La disuasión nuclear implica demostrar tu poder para infligir una pérdida a tu adversario y evitar así un ataque. En este contexto, los países nucleares demuestran su poder, como hace Corea del Norte, por ejemplo", señaló Barbieri Ferreira.
Agregó que Israel es "uno de los únicos países con armas nucleares que no adopta esta postura". La ausencia de ensayos atómicos públicos plantea dudas sobre la eficacia del armamento nuclear israelí. Por otra parte, hay indicios de que el Estado judío realizó pruebas durante el siglo XX con la ayuda de países socios como EEUU, Francia y Sudáfrica.
La razón por la que Israel opta por la política de opacidad nuclear, que consiste en no admitir la existencia de su arsenal, es objeto de debate entre los expertos.
"Algunos autores señalan que existe un tabú interno en Israel que lleva al no reconocimiento. En los albores de la era nuclear, Israel se posicionó diciendo que no sería el primer país en introducir armas nucleares en la ya conflictiva región de Oriente Medio. En la práctica, eso no fue lo que ocurrió, pero el peso de la historia permanece", explicó a Sputnik Raquel Gontijo, profesora de la Universidad Católica de Minas Gerais.
En sus palabras, otra razón consiste en evitar el desencadenamiento de una carrera atómica en Oriente Medio.
"Parece que Israel no admite tener estas armas para que esto no se utilice como argumento para que otros países de la región desarrollen sus propios programas nucleares. Y sabemos que Israel ha adoptado una política incisiva para impedir que sus vecinos adquieran armas nucleares", afirmó la experta.
La profesora recordó casos como el ataque israelí al reactor nuclear iraquí de Osirak en 1981, el ataque a las instalaciones de al-Kibar y Deir ez-Zor en Siria y los ciberataques con los virus Stuxnet y Flame, no confirmados por Israel, contra el programa atómico iraní.
Además, mantener la opacidad nuclear podría incluso aumentar la disuasión israelí, ya que los enemigos no tienen una percepción clara de las capacidades del Estado judío ni siquiera de su doctrina nuclear, lo que indicaría los posibles escenarios para el uso de estas armas.
"Por el momento, Israel tiene muy poco que ganar renunciando a la opacidad. Su arsenal ya es público y todo el mundo sabe que Israel tiene una capacidad nuclear muy importante", indicó Raquel Gontijo.
Las declaraciones del ahora exministro Eliyahu no han sido las únicas en las que las autoridades israelíes han considerado el uso de armas nucleares contra objetivos en la Franja de Gaza.
Poco después de los ataques de Hamás del 7 de octubre, el diputado israelí Rivatal Tally Gotliv también hizo llamamientos para que su Estado recurriera a un arma del "día del juicio final" en respuesta a los ataques.
"¡Solo una explosión que sacuda Oriente Medio devolverá la dignidad, la fuerza y la seguridad a este país! Es hora de besar el día del juicio final", escribió Gotliv en la plataforma X (antes Twitter).
Raquel Gontijo, sin embargo, no considera que Israel vaya a recurrir a su arsenal atómico en este momento.
"La probabilidad de que Israel utilice un arma nuclear en este conflicto contra Hamás es baja. El conflicto es extremadamente asimétrico, ya que las fuerzas armadas de Israel tienen capacidades muy superiores a las de Hamás y sus vecinos árabes", subrayó.
Además, el apoyo internacional a Israel se vería erosionado tanto entre la opinión pública como entre los gobiernos que normalmente simpatizan con su causa, añadió.
"Si Israel utilizara armas nucleares en este conflicto, la reacción internacional sería muy fuerte (...), incluso en EEUU. Por lo tanto, los costes de usar armas nucleares serían mayores que los beneficios, que serían arrasar un territorio que ya está en una posición vulnerable", destacó.
La experta no descarta, sin embargo, la posibilidad de que Israel utilice estas armas si se enfrenta a una alianza entre países árabes que "suponga realmente una amenaza existencial para el Estado de Israel", pero reitera que "esto no es lo que está ocurriendo ahora".
La operación terrestre israelí en la Franja de Gaza comenzó el 27 de octubre, con el objetivo de tomar represalias por los ataques perpetrados por el grupo palestino Hamás en su territorio el día 7 del mismo mes. Según cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza, publicadas el 9 de noviembre, las fuerzas israelíes se han cobrado la vida de 11.025 civiles en la Franja de Gaza, entre ellos 4.506 niños, y han dejado más de 27.000 civiles heridos.