Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo digo: no resistas a la persona mala.
Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla.
Si te demandan ante el tribunal y te quitan la camisa, dales también tu abrigo.
Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilómetro, llévalo dos.
Dale a los que te pidan y no des la espalda a quienes te pidan prestado.