Según el medio, la biblioteca Ealing Council confirmó la plaga, que fue detectada por primera vez el martes de la semana pasada y obligó al edificio a clausurar ese día. Al día siguiente la biblioteca informó que estaría cerrada por "trabajos de mantenimiento esencial" hasta el jueves, pero abrió sus puertas ese mismo miércoles, hasta que el lunes de esta semana las personas que se encontraban en la instalación recibieron de repente la orden de abandonarla inmediatamente.
"Nunca nos habían sacado así de rápido", dijo un jubilado al medio. En cuanto a la presencia de chinches, un vecino de la zona dijo: "Es cierto. Las he visto".
Decenas de usuarios acudieron a la biblioteca esta semana, pero se encontraron con un letrero en la puerta que advertía de una "infestación" y que los muebles estaban siendo tratados con productos químicos.
"Desafortunadamente, no estamos listos para volver a abrir hoy la Biblioteca Ealing Central como estaba planeado", comunicó la biblioteca este jueves en X (antes Twitter), explicando que mantendrán cerrado el lugar "por recomendación de los controladores de plagas profesionales que todavía siguen trabajando arduamente" con el fin de exterminar los insectos y "limpiar la biblioteca profundamente de arriba a abajo".
Se precisa que abrirán cuando logren exterminar a los parásitos. No obstante, un microbiólogo alertó al medio que "el tratamiento químico de una zona desocupada no funciona" y que "estas situaciones nunca son tan simples como rociar y orar".
A inicios de octubre pasado, las autoridades de Londres expresaron su "preocupación" sobre una posible invasión de chinches en el transporte público después de que un video mostrara a una chinche en la pierna de un pasajero de la línea de subterráneo Victoria.