El papel de Dios o un poder superior sigue siendo determinante entre gran parte de las personas en el mundo, según refleja el informe Religión Global 2023, elaborado por Ipsos Group, con encuestas realizadas en 26 países distintos.
El nuevo documento muestra amplias variaciones entre países y generaciones en la prevalencia de la afiliación y la práctica religiosa, las creencias, el papel de la religión y el grado en que define la identidad personal y la moralidad. La mayoría de las diferencias geográficas tienden a seguir un patrón similar, oponiendo un Sur Global altamente religioso a un Norte Global mayoritariamente secular.
En promedio, el 40% dice que cree en Dios “como se describe en sus Sagradas Escrituras”, el 20% cree en “un espíritu superior, pero no como se describe en las Sagradas Escrituras”, otro 21% no cree en Dios ni en ningún espíritu superior, y el 19% no está seguro o no lo dirá.
En un extremo están 11 países donde hay una mayoría creyente en Dios como se describe en sus textos sagrados, sobre todo Brasil, Sudáfrica, Turquía e India; mientras que en el otro extremo están los que en su mayoría no creen en Dios ni en ningún poder o espíritu superior, como Japón, Corea del Sur y siete de los 10 países europeos en los que se han realizado encuestas.
En promedio, el 54% está de acuerdo en que las prácticas religiosas son un factor importante en la vida moral de los ciudadanos, el 37% considera que las personas con fe religiosa son mejores ciudadanos y el 20% dice que pierde el respeto por las personas cuando se entera de que no son religiosas.
El promedio global de quienes oran o rezan fuera de una iglesia, templo o mezquita es del 44%. A escala global, tres de cada diez personas (un 33,3%) no profesa ninguna religión.
Finalmente, tres de cada cuatro personas que se declaran creyentes aseguran que les ayuda a superar las crisis, da sentido a su vida y los hace felices.
En México, el 71% de las personas se identifican como cristianas (aglutinando a las diferentes confesiones), el 7% sigue otra religión, el 17% no tiene creencias religiosas (se declaran ateos, agnósticos o simplemente no son religiosos), y el 5% prefiere no responder a esta cuestión.
Del 17% de los mexicanos que se identifican como “ateos, agnósticos o no espirituales”, un 4% son nacidos entre 1995 y 2010, población a la que las estadísticas atribuyen una tendencia alcista a “no practicar religión alguna”.
El informe Religión Global 2023 también indica que México está por encima de la media de los 26 países encuestados respecto a la práctica de “orar fuera de un lugar de culto”, especialmente en su casa, así como en asistir a una iglesia o templo.
El promedio global de quienes oran o rezan fuera de una iglesia, templo o mezquita es del 44%, pero en México es del 56%, mientras que un 38% asiste a la iglesia o templo, lo cual supera también la media general del 28%. En México, el85% de las personas creen en Dios o en un poder superior.
De ese total, seis de cada diez aceptan al Dios de sus textos sagrados (ya sea la Biblia, el Corán o la Torá), y el 25% “reconocen” un poder o espíritu superior. Solo un 4% aseguran no creer en Dios ni en un espíritu o poder superior de ningún tipo
Los datos del sondeo de opinión indican que cada vez son más perceptibles las brechas generacionales, ya que en la mayoría de los 26 países es menos probable que los jóvenes se identifiquen como cristianos a diferencia de los adultos nacidos entre 1945 y 1964.
Sin embargo, el informe advierte de que al menos un tercio de los adultos considera a Dios como se describe en la Biblia. No obstante, los jóvenes de la generación Z (entre los 14 y 28 años) son menos propensos a basar su fe en el texto bíblico.
“En países donde la práctica religiosa es alta, los adultos mayores tienden a involucrarse en ella más que los jóvenes, mientras que en naciones donde el apego a alguna iglesia es baja, los jóvenes tienen mayor compromiso con su fe”, puede leerse en el documento.