Pese a todo, Biden defendió el derecho de la entidad sionista a ingresar en el asediado enclave palestino para eliminar a los combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), después de que este sorprendiera a Israel el pasado 7 de octubre con su ofensiva ‘Tormenta de Al-Aqsa’.
Es la primera vez que el presidente estadounidense cuestiona públicamente la respuesta de Israel al operativo palestino. Hasta ahora, Biden había reafirmado su apoyo inquebrantable a su aliado israelí y había evitado criticarlo por los bombardeos indiscriminados que han matado más de 2600 palestinos, la mayoría civiles, en una semana, y el bloqueo mortal a Gaza.
El presidente estadounidense ha optado por mirar para otro lado mientras las Naciones Unidas y otros organismos humanitarios han advertido sobre la posibilidad de una crisis humanitaria en Gaza debido al cierre total del enclave por Israel que ha impedido la entrada de agua, alimentos y medicamentos.
Sin embargo, en la entrevista, Biden expresó reticencias sobre una ocupación a gran escala de la Franja de Gaza y afirmó que HAMAS y sus combatientes “no representan a todo el pueblo palestino. Y creo que sería un error que Israel ocupara Gaza de nuevo”.
Las declaraciones de Biden se producen mientras el régimen israelí se prepara para lanzar una invasión terrestre en Gaza, algo que ha hecho en dos de sus cuatro guerras anteriores contra el enclave costero dirigido por HAMAS desde 2007.
Tanto HAMAS, como el movimiento de la Yihad Islámica Palestina, también con sede en Gaza, han advertido al enemigo israelí que una ofensiva terrestre en el enclave abriría las puertas del infierno a Israel.
HAMAS, que han tenido años para preparar túneles subterráneos y adaptarse considerablemente para responder a los ataques terrestres de Israel a Gaza, ha avisado que una acción tal sería desastrosa para el ejército ocupante y que ha tiene preparada muchas sorpresas para Israel en el enclave.
