La AEE critica la participación de Schirrmacher en la vigilia ecuménica

La Alianza Evangélica Española ha publicado un comunicado sobre la participación del secretario general de la Alianza Evangélica Mundial (WEA, por sus siglas en inglés) Thomas Schirrmacher en la vigilia ecuménica convocada por el Vaticano, reunión en la que participaban veinte líderes de confesiones cristianas.
El acto se celebró el pasado 30 de septiembre, en un encuentro de casi tres horas de duración en la Plaza de San Pedro de Roma, que contó con las oraciones de los líderes de veinte confesiones cristianas, incluidas las de la Comunión Anglicana, la Federación Luterana Mundial, las Iglesias Ortodoxas y el Consejo Mundial Metodista. Thomas Schirrmacher, Secretario General de la Alianza Evangélica Mundial, fue uno de los líderes religiosos que leyó una oración desde el escenario. Otros representantes evangélicos que participaron activamente fueron los líderes de la Fraternidad Mundial Pentecostal y de la Alianza Mundial Bautista.
“En la membresía de la Alianza Evangélica Mundial (WEA) hay unanimidad en torno a la oportunidad de buscar vías de colaboración práctica y cobeligerancia con la Iglesia Católica en cuestiones como la defensa de la libertad de conciencia o de los creyentes perseguidos, pero no la hay en cuanto a la participación en actos como el señalado”, explica la Alianza Evangélica Española en su comunicado, hecho público este lunes 9 de octubre.
La actuación de Schirrmacher también ha levantado una crítica contundente de parte de la Alianza Evangélica Italiana, que la semana pasada publicaba un comunicado en el que consideraba esta participación “el punto más bajo de la WEA en su historia”.
La AEE dice que a “al Sr. Schirrmacher, secretario general de la WEA, se le ha informado de forma reiterada, que su participación en este tipo de actos violenta la posición y la sensibilidad de muchos evangélicos que forman parte de la WEA; el propio Consejo Internacional, órgano de dirección de nuestra organización, es igualmente consciente de las tensiones que esa participación genera”.
Para la entidad evangélica el acto fue “deliberadamente capitalizado en su contenido y en su imagen por la Iglesia Católica”, algo que se potenció al final del acto cuando “todos los representantes desfilaron en cortejo ante el Papa; la mayoría de ellos mostró una clara actitud de reconocimiento de su autoridad; así algunos besaron su mano y otros, como nuestro secretario general, doblaron ostensiblemente su cabeza en una profunda genuflexión que nunca se produce entre iguales”.
“En esa genuflexión -que pone de manifiesto el papel de nuestro secretario general- el Sr. Schirrmacher no nos representa de ningún modo; es una imagen que genera en muchos evangélicos no sólo un profundo y definitivo rechazo, sino también dolor por la imagen de la identidad evangélica que difundimos”, expone el comunicado.
“No es fácil defender que los evangélicos no doblamos la cabeza ante el papa cuando el secretario general de la WEA así lo hace. Por eso consideramos necesario que manifestemos públicamente nuestro rotundo rechazo a su participación en ese acto y a la forma en la que actuó; él debe asegurarse de que nos representa a todos en todo momento, pero, por el contrario, en este caso definitivamente no nos representa”, añade.
En conclusión, la participación de Schirrmacher “contradice por la vía de los hechos su reiterada defensa verbal de la “unidad en la diversidad” dentro de la WEA, y de facto supone un deterioro de la unidad dentro de su propia organización y, consecuentemente, un debilitamiento innecesario de la WEA hacia dentro y hacia fuera”, dice la Alianza Evangélica Española.
La AEE pide a la WEA que la situación se “evalúe” y “se sienten de nuevo a dialogar con las Alianzas Evangélicas nacionales y regionales para establecer un protocolo de actuación equilibrado y estable que asegure que no se violenta la posición y la sensibilidad de miembros de la WEA con manifestaciones públicas o presencia en actos como el señalado”.
En un artículo publicado en la web de la Alianza Evangélica Mundial titulado 'La unidad no rehuye la polémica', el secretario general de la entidad, Thomas Schirrmacher, ha explicado su participación en la vigilia de oración ecuménica.
“A menudo, cuando asisto a eventos como estos, surge la controversia. Como red mundial de evangélicos, nuestro propósito es representar a nuestra comunidad global, dar voz a los evangélicos que representamos. Esto es cierto independientemente de quién ofrezca la invitación”, expesa el secretario general.
“Los evangélicos -continúa -son vistos como parte de la comunidad cristiana global a los ojos del mundo en general. Esto incluye estados y organizaciones musulmanes o seculares, que nos conocen a todos simplemente como “cristianos”. Dar a cualquiera de ellos la impresión de que no somos parte del cristianismo mundial al distanciarnos de otras iglesias y al rechazar incluso la amistad personal con sus líderes, como lo hacen algunas sectas y cultos, podría tener efectos devastadores en nuestro trabajo para los cristianos que sufren discriminación y persecución”.
Para Schirrmacher, el participar en estas reuniones no significa que no haya fricciones o divergencias teológicas profundas dado que “seguimos teniendo una comprensión distinta del evangelio”. Además el secretario general explica que la representación de la WEA debe tener un carácter amplio dado que “va más allá de una denominación o red de iglesias”. Schirrmacher afirma estar en línea con el camino que están explorando algunos movimientos carismáticos de búsqueda de unidad, que “trascienden todas las fronteras denominacionales y confesionales”, dado que “se relacionan con iglesias no protestantes y conectan a un gran número de creyentes en nuestro campo con aquellos de otras iglesias”.
En cuanto a la vigilia ecuménica de oración por el sínodo de la Iglesia Católica, Schirrmacher apunta que “orar no significa necesariamente estar de acuerdo con ninguno de sus puntos de vista o posiciones particulares”. Pero al mismo tiempo “los resultados de estos dos sínodos (2023 y 2024) podrían tener una gran influencia en los cristianos de todo el mundo. Eso en sí mismo es una buena razón para orar”.
“Todos tenemos un interés vital en los cambios que discutirán los obispos, y debemos orar para que las deliberaciones ayuden a que la Iglesia Católica esté más en línea con las Escrituras. Antes de participar en la vigilia de oración ecuménica del 30 de septiembre, como siempre hacemos en tales ocasiones, verificamos la liturgia para la oración pública conjunta para asegurarnos de que estuviera en línea con nuestras creencias fundamentales y no contuviera ningún elemento confesional específico que pudiéramos considerar objetable. No hemos ocultado nuestras diferencias con la Iglesia católica. Al contrario, los hemos descrito abiertamente y con gran detalle”, defiende Schirrmacher.
Según su percepción, la reunión ecuménica no comprometía el mensaje de los evangélicos. “Nuestro deseo principal es ver a los cristianos de todas partes unidos en Jesucristo. Mientras oramos y trabajamos por la unidad de toda la iglesia, la unidad sólo llegará cuando estemos centrados en Jesús, como lo describe y atestigua la Biblia. Nuestra visión y llamado son claros: hablamos por los evangélicos y buscamos bendecir al mundo a través de nuestras muchas alianzas nacionales mediante nuestro testimonio, nuestra defensa pública del evangelio, nuestra solidaridad en la oración y la evangelización, y exaltando a Jesús, en cuyo nombre se encuentra la salvación”.
La posición de la WEA sobre el ecumenismo y su acercamiento al papa ya fue motivo de preocupación por parte de las Alianzas Evangélicas italiana, española y maltesa, que en 2017 redactaron una carta conjunta en la que denunciaban lo que consideran una “agenda ecuménica” que es contraria a la visión histórica y las posiciones del cuerpo que representa a más de 600 millones de cristianos evangélicos en el mundo.