"20 días después, los intensos bombardeos sobre Gaza continúan y empeoran, incluso en zonas supuestamente más seguras. La ayuda apenas llega, a pesar de nuestros esfuerzos", escribió en su cuenta de X.
Según Griffiths, "el propio mundo no está haciendo cumplir los derechos más básicos de una parte de la humanidad". "Las reglas de la guerra son claras: los civiles deben estar protegidos y disponer de lo esencial para sobrevivir, estén donde estén y decidan desplazarse o quedarse", destacó.
Previamente, un discurso del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, causó indignación en las autoridades de Israel, al afirmar que el ataque masivo de Hamás del 7 de octubre "no surgieron de la nada".
Tras estas palabras, el embajador israelí ante el organismo internacional, Gilad Erdan, anunció que su país anularía las visas de los funcionarios de la ONU. "Ya hemos denegado el visado al secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths", señaló el diplomático. "Ha llegado el momento de darles una lección", agregó.