Los Estados europeos enfrentan "riesgos sin precedentes" por las entregas de gas ruso, tras el corte de la mayoría de los flujos de los gasoductos, comunicó este lunes la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe para el cuarto trimestre de 2022.
La AIE destaca que, en caso de corte completo de gas ruso, la UE podría ser obligada a disminuir su consumo de gas en un 13 % en el invierno. Además, el nivel de almacenamiento de gas necesario para la UE, para superar el posible corte, se estima en un 90 %, mientras que la tasa actual es de un 88 %. El nivel de almacenamiento debe mantenerse sobre un 33 %, y para evitar la caída drástica, los países europeos deben racionar gas para los negocios de alto consumo energético como la rama siderúrgica o producción de fertilizantes.
Para resolver la situación, la UE trata de diversificar los suministros de gas, construyendo los gasoductos de Noruega y Azerbaiyán, así como aumentando las importaciones del gas licuado. Esto, según la AIE, "puede generar nuevas tensiones a medida que las necesidades adicionales de Europa ejerzan presión sobre otros compradores, en particular, en Asia y, por otro lado, las olas de frío en el noreste de Asia podrían restringir el acceso de Europa a gas licuado".