Aunque una gran crecida de los ríos del entorno del Tapón del Darién detuvo momentáneamente el flujo constante de migrantes en esta zona fronteriza, el leve descenso de sus aguas volvió a activar las densas columnas de migrantes.
Entre ellos hay familias enteras, hombres y mujeres, algunas embarazadas, y niños que, cuando su tamaño lo permite, van en brazos de personas adultas. Así avanzan por las aguas del río Turquesa, que les llegan hasta la rodilla y en ocasiones a la cintura.
Las cifras de cruces alcanzadas en este ejercicio ya son históricas. En lo que va del año, se contabilizan 400.000 desplazamientos, con lo que está cerca el horizonte del medio millón de personas para cuando acabe diciembre, lo que duplicaría el récord alcanzado el año pasado, con el paso de 250.000 migrantes.
La ruta se ha vuelto cada vez más transitada y se calcula que mueve un negocio de millones de dólares, según diferentes denuncias, como la que hace una semana hizo el expresidente panameño Ricardo Martinelli, a través de sus sedes sociales.
Este peligroso cruce puede hacerse entre dos días y medio y una semana, dependiendo de las condiciones climáticas y las de los migrantes. La mayoría están asistidos por guías, e incluso porteadores, en lo que parece haberse convertido en un lucrativo negocio.
Este jueves las autoridades de México realizaron un encuentro de alto nivel en el que participaron el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y funcionarios del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para discutir el flujo de migrantes en la región, entre otros temas de seguridad fronteriza.
En esa reunión se abordó específicamente el problema de la trata de personas en el contexto de la migración irregular, aspecto que ha sido incluido por primera vez en los diálogos entre México y EE.UU. sobre seguridad binacional.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, dijo que la coyuntura actual muestra "niveles históricos" de flujo migratorio irregular en la región, aunque recordó que este fenómeno no es solo Latinoamericano sino que global, al tratarse de "una movilidad histórica masiva".
Sobre esto, la diplomática puntualizó que su país acordó con la Administración de Joe Biden, adoptar medidas para garantizar una "movilidad segura, ordenada y regular" a partir de mecanismos existentes, además de abordar las causas de fondo que incentivan el fenómeno migratorio en la región.
Por su parte, el mandatario mexicano expresó el jueves que la decisión de EE.UU. de reforzar el muro fronterizo al sur de Texas, es"un retroceso" porque "no resuelve el problema" estructural de la migración.
Sin embargo, México insistió en celebrar una conferencia internacional con representantes de los países latinoamericanos de donde proceden la mayor parte de los migrantes, para definir nuevas estrategias que vayan más allá de las políticas relacionadas con la deportación y para desarticular las redes de trata de personas.