"El Gobierno de los Estados Unidos ha nuevamente intervenido en una disputa territorial que tiene más de 200 años sobre nuestro territorio de la Guyana Esequiba (…) El Gobierno de Estados Unidos quiere apropiarse de nuestros recursos petroleros usando la empresa ExxonMobil, la cual ha incorporado en su nómina al Gobierno de Guyana, que está otorgando concesiones petroleras en un mar territorial no delimitado", expresó Gil.
Recientemente, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, dijo que su país "apoya el derecho soberano de Guyana a desarrollar sus propios recursos naturales", y que los esfuerzos por infringir su soberanía "son inaceptables".
Recientemente, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, dijo que su país "apoya el derecho soberano de Guyana a desarrollar sus propios recursos naturales", y que los esfuerzos por infringir su soberanía "son inaceptables".
Guyana recibió ofertas por ocho de los 14 bloques petrolíferos que salieron a licitación en diciembre de 2022, y entre las firmas postulantes encuentra la empresa ExxonMobil.
Al respecto, la Administración de Nicolás Maduro calificó de "ilegales" las rondas de licitaciones de Guyana, tras argumentar que se trata de áreas marítimas pendientes de delimitación.
Por su parte, Georgetown señaló que se reserva el derecho de realizar actividades de desarrollo económico en cualquier parte de su "territorio soberano o en cualquier territorio marítimo correspondiente".
En 1966, ambas naciones firmaron un acuerdo para buscar una solución pacífica a esta disputa, pero Guyana introdujo en 2018 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en la que pide al tribunal validar legalmente el laudo arbitral de 1899 que le da control absoluto sobre el territorio.
El Gobierno de Venezuela, además, propuso ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el establecimiento de una zona libre de medidas coercitivas en la que los países puedan realizar sus transacciones financieras e inversiones directas.
"Proponemos el establecimiento de una zona libre de medidas coercitivas unilaterales en la que podamos realizar nuestras transacciones financieras y pagos interbancarios y que nos permita garantizar inversiones directas y el comercio legal entre nuestras naciones",
También Gil expresó el respaldo de su país a la propuesta que hizo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre la realización de una conferencia mundial por la paz en Ucrania y Palestina.
"Apoyamos la propuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, de convocar una conferencia mundial por la paz en Ucrania y Palestina, hacemos un llamado a abordar estas cuestiones de una manera balanceada y con suma cautela para reducir las tensiones", señaló Gil.
Recientemente Petro propuso a Naciones Unidas auspiciar dos conferencias de paz para poner fin a las crisis en Ucrania y Palestina "cuanto antes". Por otra parte, el canciller venezolano abogó por la refundación de la ONU, a fin de que todos sus integrantes puedan participar en la toma de decisiones.
"Debemos refundar la organización para que sea una institución democrática en donde todos sus integrantes tengan voz y participen en la toma de decisiones en igualdad de condiciones", comentó.
De igual manera, el diplomático al servicio de Caracas consideró necesario avanzar en la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el objetivo de corregir los "desequilibrios" y dar cabida a una mayor representatividad.
El canciller reiteró la solicitud de su país de levantar el bloqueo contra Cuba y el reconocimiento de la soberanía de Palestina.
"¿Cuántas resoluciones debe adoptar esta Asamblea General para que se ponga fin de una vez por todas al criminal bloqueo de nuestra hermana Cuba? ¿Cuántas más resoluciones debe aprobar esta Asamblea para que los derechos de Palestina sean verdaderamente respetados como Estado libre e independiente?", arrojó.
Gil manifestó que con el actual sistema de Naciones Unidas será "imposible" alcanzar las metas propuestas del año 2000, e instó a ese organismo avanzar en la reforma de la arquitectura del sistema financiero mundial.