Salmo 27: 14
¡Aguarda! ¡Aguarda! ¡Aguarda a Jehová! Él es digno de que se le espere. Él no defrauda al alma que espera.
Mientras esperen, mantengan el ánimo. Esperen una gran liberación, y estén prestos a alabar a Dios por ella.
La promesa que debería alentarlos, está en el centro del versículo: “aliéntese tu corazón.”
Esto va de inmediato al lugar donde necesitan ayuda. Si el corazón está sano, todo el resto del sistema trabajará bien. El corazón necesita tranquilidad y aliento; y estos elementos vendrán si está fortalecido. Un corazón potente descansa y se regocija y bombea fuerza al hombre entero.
Nadie más tiene acceso a esa secreta urna de vida, el corazón, para suministrarle fortaleza.
Solamente el que lo hizo puede fortalecerlo. Dios está lleno de fortaleza, y, por eso, puede impartirla a quienes la necesitan. Oh, tengan valor; pues el Señor les impartirá Su fortaleza, y estarán tranquilos en la tempestad, y alegres en la aflicción.
El que escribió estas líneas, puede expresar como David: “Sí, espera a Jehová.”
En efecto, ciertamente, lo digo. Sé por una larga y profunda experiencia que es bueno que aguarde a Jehová.