Enjambres de abejas atacaron a los pobladores de distintos puntos de la ciudad uruguaya de Melo. Más de treinta personas fueron socorridas por los servicios médicos, mientras la Jefatura de Policía local se encontraba sitiada por los insectos.
Aunque las autoridades policiales hablan de otros dos puntos de la ciudad donde se produjeron problemas por la presencia de las abejas, el ataque más importante se registró en una plaza céntrica, frente a la cual se ubica la Jefatura de Policía de Cerro Largo, departamento del noreste del país.
"Parece mentira, pero tuvimos un ataque de un enjambre acá en la esquina de Jefatura. Quedamos sitiados nosotros también", dijo el comisario Fernando Pedrozo, subjefe de la Policía departamental, a El Observador.
La colmena desde la cual se produjo el primer ataque fue localizada y la zona alrededor fue cercada. Un equipo de policías, bomberos, personal municipal y apicultores trabajaron para eliminar la amenaza, colocando para ello un producto para ahuyentar a los insectos.
Las autoridades indicaron que 32 personas fueron asistidas por los servicios médicos, entre ellas ocho niños.
Las picaduras de abeja por lo general causan molestias temporales y el dolor es tratable sin mayores complicaciones. Pero algunas personas pueden sufrir una reacción alérgica severa a causa de las picaduras.
Según la Clínica Mayo, las reacciones leves se caracterizan por un dolor punzante en el lugar de la picadura, con una roncha rojiza y una hinchazón ligera.
En las reacciones moderadas se produce un enrojecimiento extremo y una hinchazón cada vez mayor con el paso de las horas, síntomas que suelen irse entre cinco y 10 días luego de la picadura.
La reacción alérgica grave o anafilaxia, en este caso por picadura de abeja, se reconoce por síntomas como la urticaria y enrojecimiento de la piel, hinchazón de la garganta y la lengua, dificultad para respirar, pulso débil y acelerado, náuseas, vómitos, mareos y hasta pérdida de conocimiento.
En casos de múltiples picaduras, más de una docena, pueden producirse emergencias médicas en niños y ancianos, así como en personas con problemas cardiorrespiratorios, debido a la reacción tóxica generada por la acumulación de veneno.