Del líder y encargado de la iglesia, a los hermanos que Dios ha elegido: Yo los amo, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, la cual nos hace amarnos.
Les pido a Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo que sean buenos con ustedes, que los traten con mucho amor, y que les den su paz. ¡Que hagan que en ustedes abunden la verdad y el amor!