El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció este martes que el primer complejo de misiles intercontinentales balísticos Sarmat, sin análogos en el mundo, entrará en servicio a finales de este año.
En un encuentro en el Kremlin con graduados de las universidades militares, el mandatario ruso recordó que el pasado mes de abril se efectuó un exitoso lanzamiento de prueba de este misil desde el cosmódromo de Plesetsk.
En este contexto, el presidente ruso destacó que uno de los objetivos principales pasa por equipar a las Fuerzas Armadas de Rusia con sistemas modernos de armas, como el sistema de misiles S-500, así como con drones y armas láser y electromagnéticas.
"Nuestro Ejército y la Armada van perfeccionándose en todos los sectores más importantes. No cabe duda de que seremos aún más fuertes", expresó Putin. "Seguiremos desarrollando y reforzando nuestras Fuerzas Armadas, teniendo en cuenta las potenciales amenazas militares y los riesgos, sobre la base de las lecciones aprendidas de los conflictos armados modernos", destacó.
El misil estratégico pesado RS-28 Sarmat tiene un alcance de 18.000 kilómetros y una masa al despegue de 208,1 toneladas, con una carga útil de alrededor de 10 toneladas.
El cuerpo del proyectil, de 35,5 metros de largo y 3 metros de diámetro, permite alojar hasta 178 toneladas de combustible líquido.
La ojiva del misil, denominado Satan-2 según la clasificación de la OTAN, es de reentrada múltiple y cuenta con un sistema de guiado individual de cada munición.
El misil se podrá desplazar hacia su objetivo a velocidades hipersónicas —superiores a Mach 17— cambiando de trayectoria en rumbo y de altura para que ningún sistema de defensa antimisiles pueda interceptarlo.