Estados Unidos ha estado vendiendo crudo de su Reserva Estratégica de Petróleo a lo largo del último año para evitar que los precios suban aún más en el mercado energético. Sin embargo, los especialistas advierten de que las provisiones de petróleo del país norteamericano podrían agotarse antes de lo previsto, informó Bloomberg el viernes.
En este contexto, la Agencia Internacional de Energía ya alertó a principios de esta semana de que "el suministro mundial de petróleo podría tener dificultades para mantener el ritmo de la demanda el próximo año".
Bloomberg señala que Washington vendió cerca de 115 millones de barriles de su reserva estratégica, unas ventas que alcanzaron cifras récord de casi un millón de barriles diarios desde mediados de mayo de este año. De ese modo, la Casa Blanca actualmente está sacando al mercado más cantidad de crudo de su reserva de lo que producen la mayoría de los países medianos que forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como Argelia o Angola.
En el caso de que EE.UU. optara por mantener el ritmo actual de ventas, sus reservas de petróleo se reducirían a mínimos de 40 años, situándose en 358 millones de barriles para finales de octubre, mes en el que podrían detener su suministro al mercado. En comparación, hace tan solo un año la reserva estratégica albergaba 621 millones de barriles.
Pero, ¿que pasaría si Washington decidiera paralizar sus suministros al mercado energético en octubre? Los especialistas señalan que la eliminación de esas cantidades de petróleo adicionales supondría un agotamiento rápido para los inventarios comerciales y se produciría una presión sobre los precios del crudo, lo cual desencadenaría un aumento de esos precios.
Por otra parte, aunque Washington pudiera seguir con las ventas hasta el próximo año, se toparía con otro problema importante: la calidad del crudo que quedaría en la reserva para consumo propio. La reserva estratégica contiene dos tipos de petróleo: el medio agrio (que es la misma calidad que tiene el crudo producido por Rusia, la mayoría de los países del Medio Oriente y Venezuela, y el que más utiliza EE.UU.) y el ligero dulce. "El primer adjetivo se refiere a la densidad del petróleo, el segundo hace referencia al contenido de azufre", precisa el informe.
Un análisis basado en datos del Gobierno estadounidense indica que el 85 % del petróleo de la reserva estratégica vendido durante el último año tenía una acidez media, lo cual ha supuesto una disminución "drástica" de la cantidad de crudo que hay en la reserva, y está previsto que esta se reduzca aún más en los próximos cuatro meses.
Según estimaciones de OilX citadas por Bloomberg, a finales de octubre en los depósitos de la reserva estadounidense tan solo quedarían 179 millones de barriles de crudo medio amargo, que es el preferido por país norteamericano. Esto significa que es probable que entre junio de 2021 y octubre de 2022 Washington haya vendido entre 180 y 190 millones de barriles de petróleo de este tipo de su reserva.