Rusia asegura que neonazis prepara un montaje de ataque químico en la ciudad de Sumi, noreste de Ucrania, para luego culpar a las fuerzas rusas de lo ocurrido.
“De acuerdo con la información recibida de los soldados ucranianos capturados, en la ciudad de Sumi los militantes de los batallones nacionalistas están preparando otra provocación con sustancias químicas peligrosas en la ciudad de Sumi”, avisó el sábado el jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa de Rusia, Mijail Mizintsev, citado por la agencia de noticias local TASS.
En este sentido, el alto mando ruso detalló que los neonazis tienen planes de bombardear las áreas fronterizas de Rusia desde el área residencial de la ciudad para hacer que las unidades rusas respondan al fuego, y luego provocarán una explosión en los tanques con sustancias químicas peligrosas.
“Las autoridades de Kiev van a usar esta acción cínica para culpar a las Fuerzas Armadas rusas por el presunto uso de armas químicas y por ataques indiscriminados contra civiles”, denunció Mizintsev notificando que ahora, en el marco de este plan, los reporteros extranjeros están en Sumi para tomar fotos y vídeos de este supuesto ataque.
El general ruso advirtió a Occidente y a las organizaciones humanitarias internacionales que Kiev en un futuro próximo planea divulgar ampliamente esas falsificaciones sobre las “atrocidades rusas” a través de los medios ucranianos y occidentales, así como en varios recursos de internet y en plataformas mediáticas.
El 24 de febrero, Rusia comenzó una operación especial militar en el territorio de Ucrania con el objetivo de la “desnazificación” y “desmilitarización” de su país vecino.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que esto es necesario para proteger a los habitantes prorrusos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, ambas ubicadas en el Donbás (este de Ucrania) frente al “genocidio” que comete Kiev, así como para garantizar la seguridad de la propia Federación Rusa.
Rusia asegura que sus ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.