Falleció a los 94 años el cardenal Angelo Sodano

El cardenal italiano Angelo Sodano, quien fue secretario de Estado con los papas Juan Pablo II y Benedicto XV, así como nuncio apostólico en Chile durante los años de la dictadura y acusado de encubrir abusos sexuales, falleció el viernes a la noche en Roma a los 94 años.
El cardenal, que fue uno de los hombres más poderosos del Vaticano, se encontraba desde hace tiempo hospitalizado en una clínica romana por complicaciones tras contraer covid-19, confirmaron los medios vaticanos.
El papa Francisco recordó a este "estimado hombre de la Iglesia, que vivió su sacerdocio con generosidad (...) al servicio de la Santa Sede", en un telegrama enviado a la familia y publicado por el Vaticano.
Nacido en Isola d'Asti, en la región de Piamonte (norte de Italia) el 23 de noviembre de 1927, fue secretario de Estado desde 1991 con Juan Pablo II hasta el 15 de septiembre de 2006 cuando Benedicto XVI aceptó su renuncia al cargo mientras que el 21 de diciembre de 2019 dejó de ser el decano del Colegio Cardenalicio.
Antes de ser secretario de Estado, Sodano tuvo una intensa carrera diplomática con cargos en la nunciatura Apostólica en Ecuador y luego en Uruguay. En 1968 regresó a Roma, llamado por el entonces secretario de Estado Agostino Casaroli para ocuparse de las relaciones de la Santa Sede con los Estados europeos.
En 1977 fue nombrado nuncio en Chile, país bajo la dictadura de Augusto Pinochet -con la que mantuvo una actitud muy tolerante pese a las graves violaciones a los derechos humanos- y fue el artífice del viaje que realizó al país en 1987 Juan Pablo II.
El cardenal fue acusado en Chile de haber encubierto los abusos a menores que cometió el sacerdote Fernando Karadima, con quien tenía una relación cercana, además de no informar de las denuncias de las víctimas así como poner una buena palabra para promover como obispos a aquellos que encubrieron el caso.
Una de las víctimas de Karadima, el chileno Juan Carlos Cruz, al conocer la noticia escribió en las redes sociales que "fue un hombre que hizo tanto daño a tantas personas y encubrió años de abusos en Chile y en el mundo".
Además, fue un firme defensor del reverendo Marcial Maciel, el fallecido fundador mexicano de los Legionarios de Cristo, una orden religiosa.
La carrera clerical de Maciel quedó desacreditada tanto por su pederastia como por las prácticas tipo secta que impuso a los miembros de la orden. Una investigación interna finalmente identificó a 33 sacerdotes y 71 seminaristas de la orden que abusaron sexualmente de menores durante unas ocho décadas.
Durante años, cuando fue secretario de Estado bajo Juan Pablo II, Sodano impidió que el Vaticano investigara las acusaciones de abuso sexual contra Maciel. La Santa Sede tenía evidencia que databa de décadas atrás de que el fundador de la orden religiosa, una organización que era la favorita de Juan Pablo II por producir tantos sacerdotes, era un adicto a las drogas y un pederasta.
A Sodano se le atribuye la exitosa mediación a cargo del Vaticano en 1978 entre Chile y Argentina para la resolución de la disputa territorial del canal de Beagle.
Tras diez años como nuncio en Chile, en 1988, Juan Pablo II lo llamó para reemplazar al cardenal Achille Silvestini en el cargo de Secretario del entonces Consejo de Asuntos Públicos de la Iglesia.
Un año después, entró en vigor la Constitución Apostólica, Pastor Bonus, y Sodano asumió el título de Secretario para las Relaciones con los Estados, dedicándose en particular a la Pontificia Comisión para Rusia, de la que fue presidente.
Representó a la Santa Sede en diversas reuniones internacionales como las conferencias de Ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa.
En diciembre de 1990 asumió el cargo de prosecretario de Estado y se convirtió en secretario de Estado el 29 de junio de 1991, un día después de haber sido nombrado cardenal.
Acompañó a Wojtyla en 54 viajes internacionales y permaneció en el cargo durante un año después de la elección de Benedicto XVI, en 2005, para pasar a ser el decano del colegio de cardenales durante varios años.
En 2010, el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, acusó a Sodano de haber ofendido a las víctimas de abuso sexual y de haber encubierto en su momento la investigación de los crímenes cometidos por el entonces jefe de la diócesis vienesa, Hans Hermann Groër.