China apuesta por la paz para proteger a los niños del conflicto en Ucrania y se opone a las sanciones como método para resolver la crisis, afirmó este jueves su representante permanente adjunto ante la ONU, Dai Bing.
El diálogo y las negociaciones entre las partes en conflicto, dijo, son la vía más "realista y viable" para lograr el alto el fuego y la paz, "la mejor protección para los niños". "La comunidad internacional debe animar a Rusia y Ucrania a volver al camino de las negociaciones y a seguir acumulando condiciones políticas para restaurar la paz", dijo el representante chino en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Las sanciones no traerán la paz, sino que solamente acelerarán la expansión de la crisis, provocarán una crisis alimentaria, energética y financiera por todo el mundo y harán que los niños de todo el planeta sufran las amargas consecuencias", aseveró Dai.
En ese contexto, el diplomático recordó que los niños, sobre todo aquellos que viven en condiciones de conflicto en Afganistán, Yemen, el Cuerno de África y la región del Sahel, "sufren las consecuencias del impacto humanitario".
"China una vez más insta a las partes a mantener la racionalidad y actuar con moderación para una pronta resolución de la crisis en Ucrania", enfatizó.
Desde el inicio de la operación militar en Ucrania, Pekín ha llamado a buscar una solución al conflicto por la vía diplomática y se ha opuesto a todo tipo de sanciones unilaterales, asegurando que no ayudarán a resolver la crisis.
"Si Estados Unidos quiere realmente ayudar a desescalar la situación en Ucrania, debería dejar de echar más leña al fuego, de amenazar con sanciones o de utilizar palabras y hechos coercitivos. Debería promover la paz y las negociaciones", manifestó a principios de abril el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, expresó este jueves que las medidas punitivas impuestas a Rusia "en gran parte están provocando una crisis global", en momentos en que varios países se enfrentan a una amenaza de hambruna. "Quiero acentuar: la culpa por esto recae en su totalidad en las élites de los países occidentales, que para mantener su dominio global están dispuestas a sacrificar al resto del mundo", dijo.
Al mismo tiempo, subrayó que Rusia, por su parte, está lidiando con los retos "de manera segura", gracias a una política macroeconómica "responsable" y a "soluciones sistémicas para el reforzamiento de la soberanía económica y de la seguridad tecnológica y alimentaria".