Mediante un comunicado emitido el miércoles, la Secretaría Permanente de la Conferencia Internacional en Apoyo a la Intifada Palestina, de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), condenó el miércoles el reciente asesinato a sangre fría de la periodista palestina-estadounidense Shireen Abu Akleh, en la ocupada Cisjordania, pidiendo al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que expulse al régimen sionista del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Con el martirio de este periodista cristiano, el enemigo sionista demostró al mundo que a los ojos de este régimen no hay diferencia entre musulmanes y cristianos y seguidores de otras religiones y sectas”, se lee en la nota de la referida Secretaría del Parlamento iraní.
Tras denunciar que el régimen de Israel ha atacado a la humanidad bajo el paraguas de apoyo de Estados Unidos, el texto denunció que, con el asesinato de esa heroína palestina, los “sionistas sedientos de sangre” demostraron que están en el abismo de la humillación, crueldad y brutalidad, y están violando los principios internacionales y los derechos humanos con la mayor desfachatez.
De igual modo, dijo que el martirio de Abu Akleh es también un mensaje serio a los regímenes que normalizaron lazos con el enemigo sionista, insistiendo que estos países deben quitar cuanto antes el estigma de esta traición y responder ante la heroica nación de Palestina y sus naciones por qué se convirtieron en cómplices de los crímenes de los criminales sionistas.
A modo de colofón, la Conferencia Internacional en Apoyo a la Intifada Palestina invitó a todos los parlamentos del mundo a condenar el martirio de esta indefensa periodista.
Shireen Abu Akleh, reportera palestina de la cadena cataría Al Jazeera, fue asesinada a tiros por el ejército israelí el miércoles, durante una incursión militar israelí en el campo de refugiados de Yenin, en la ocupada Cisjordania, según el Ministerio palestino de Salud. Las fuerzas israelíes le dispararon en la cabeza a Abu Akleh, de 51 años, mientras vestía un chaleco de prensa que claramente la marcaba como periodista.
Por su parte, Al Jazeera ha acusado a las fuerzas israelíes de asesinar deliberadamente a su reportera, “a sangre fría”, subrayando que el asesinato fue un “crimen atroz, que solo tiene la intención de evitar que los medios cumplan con su deber”.
