La historia muestra que la aspiración a garantizar su propia seguridad mermando la de otros países entraña riesgos y contradicciones, declaró el presidente de la República Popular China (RPCh), Xi Jinping.
El líder chino envió un videomensaje a los participantes de la reunión de los cancilleres de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que se desarrolla hoy en formato de videoconferencia bajo la presidencia del ministro de Exteriores chino, Wang Yi.
"La historia y la realidad nos dicen que la aspiración unilateral de garantizar su propia seguridad sacrificando la de otros países solo puede provocar nuevos riesgos y contradicciones", declaró Xi Jinping citado por la Televisión Central de China.
El presidente de la RPCh señaló que los países del grupo BRICS deben fortalecer la confianza mutua en el ámbito político y la cooperación en materia de seguridad, coordinar sus posiciones sobre los asuntos clave regionales e internacionales, considerar los intereses y las preocupaciones más importantes los unos de los otros, respetar mutuamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo.
Xi instó a los BRICS a pronunciarse contra el hegemonismo y la política de uso de la fuerza, oponerse a la mentalidad de la guerra fría y de confrontación entre los bloques y a construir con esfuerzos mancomunados un mundo seguro para toda la humanidad.
A finales de abril pasado, Xi Jinping, al intervenir en el acto inaugural del Foro de Boao para Asia, promovió en materia de seguridad global una iniciativa que estipula la necesidad de atenerse a la concepción de la seguridad común sostenida y guiarse por los principios de respeto a la soberanía y la integridad territorial de todos los países, de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados y de respeto al derecho a elegir independientemente su camino de desarrollo y su régimen social.
Xi también instó a acatar estrictamente los principios de la Carta de la ONU renunciar a la mentalidad de la guerra fría y dedicar la debida atención a las preocupaciones racionales de cada país relativas a las garantías de seguridad, así como atenerse al principio de seguridad indivisible. Dijo que las divergencias entre los Estados deben solucionarse mediante diálogo y negociaciones y llamó a aplaudir los esfuerzos dirigidos a buscar las soluciones pacíficas de las crisis, sin el uso de la política de doble rasero, de las sanciones unilaterales y la jurisdicción extraterritorial.