El papa Francisco ha criticado el doble rasero de la política de asilo de la Unión Europea, calificándola de racista porque favorece a los refugiados de Ucrania y rechaza a los desplazados que llegan de otras regiones.
"Los refugiados se dividen en primera y segunda clase, según el color de piel, del país del que proviene, si la nación es desarrollada o subdesarrollada. ¡Somos racistas! Y esto es malo", dijo Francisco en una entrevista con el canal italiano RAI que se emitió este viernes.
El papa argumentó sus declaraciones por el hecho que de muchos países acogen con los brazos abiertos a los refugiados ucranianos, mientras se adoptan medidas para evitar la llegada de desplazados de otras partes del mundo o les critican abiertamente.
Entre otros casos, en marzo pasado en el pleno del Congreso de los Diputados de España, el líder del partido político VOX, Santiago Abascal, dijo que los ucranianos "sí son refugiados de guerra" y "deben ser acogidos en Europa", y rechazó las "invasiones" de musulmanes.
Por su parte, el primer ministro de Bulgaria, Kiril Petkov, aseveró que los ucranianos "son europeos", personas "inteligentes y educadas" y "no son los refugiados a los que estamos acostumbrados", en referencia a los migrantes y desplazados de Medio Oriente y África.
En tanto que Dinamarca, país que se caracteriza por su dura política migratoria y que en el 2021 aprobó una ley para deportar a los solicitantes sirios hacia un país fuera de Europa, adoptó con urgencia una legislación especial para conceder a los ucranianos asilo, trabajo, reagrupación familiar y educación.
Los migrantes latinos también denuncian discriminación en la frontera mexicano-estadounidense, y señalan que hay refugiados de primera y segunda clase, debido a las facilidades de ingreso que EE.UU. da para los ucranianos mientras que los demás continúan bloqueados en la frontera.