En una misiva oficial cursada esta semana al Departamento de Estado de EE.UU., Rusia ha alertado que la ayuda armamentista de EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está “añadiendo combustible” al conflicto.
“Hacemos un llamamiento a Estados Unidos y sus aliados para que detengan la militarización irresponsable de Ucrania que implica consecuencias impredecibles para la seguridad regional e internacional”, se lee en la nota publicada este viernes en el diario The Washington Post.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, se comprometió el miércoles a destinar otros 800 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, tras una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Según la lista difundida por el Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), la nueva asistencia militar incluye 18 cañones Howitzers de 155 milímetros con 40 000 municiones, a los que se suman 10 radares antiartillería del tipo AN/TPQ-36 y dos de vigilancia aérea AN/MPQ-54.
El paquete contiene, además, 300 drones Switchblade (con ojivas antiblindadas), 500 misiles antitanques Javelin, 200 vehículos blindados para transporte de soldados, 100 vehículos acorazados ligeros Humvees, 11 helicópteros Mi-17, 30 000 cascos y uniformes blindados, así como 2000 prismáticos láser y ópticos.
Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, Biden ha aprobado varias partidas de ayuda militar a Ucrania, basándose en su prerrogativa ejecutiva de transferir bienes y servicios de las reservas estadounidenses, sin apoyo del Congreso, en respuesta a una emergencia. Hasta el momento, EE.UU. ha destinado a Ucrania más de 2500 millones de dólares, incluida en esta cifra la ayuda anunciada el miércoles.
Estados Unidos sigue enviando y ofreciendo armas a Ucrania, mientras que Zelenski ha admitido que su país se está endeudando por el apoyo que recibe de Occidente para hacer frente a la operación militar rusa