Según ha informado este sábado la agencia de prensa oficial KCNA, Kim ha pedido a los altos mandos militares norcoreanos que “mantengan la superioridad absoluta” de las fuerzas armadas del país para “contener y frustrar de manera preventiva y completa” todos los intentos y “movimientos peligrosos”, incluidas las “amenazas nucleares” cada vez mayores de las fuerzas hostiles, si es necesario.
De este modo, Kim ha alertado que las amenazas están escalando en un mundo donde los poderes chocan “ferozmente” y se vuelven cada vez más fuertes, incluso en la esfera nuclear. De este modo, ha argumentado que el poder “abrumador” es la única garantía de la seguridad de su país.
Las declaraciones de Kim se han producido durante una reunión con altos funcionarios militares norcoreanos para elogiar su trabajo en un desfile militar masivo que tuvo lugar el lunes, y marcó el 90.º aniversario de la fundación del Ejército Revolucionario Popular de Corea del Norte (KPRA, por sus siglas en inglés).
Según los informes, en esta parada militar se presentaron los últimos misiles norcoreanos, incluido su misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), el Hwasong-17, y un misil hipersónico probado recientemente.
En otro discurso ofrecido el mismo lunes, el líder norcoreano prometió intensificar el programa militar nuclear del país y continuar dando pasos para fortalecer y desarrollar sus capacidades nucleares “a un ritmo más rápido” ante hostilidades de los enemigos.
Pese a que Corea del Norte sigue fortaleciendo su poderío militar, sus autoridades afirman que estas actividades están en el marco de la autodefensa ante las provocaciones y el belicismo proveniente de EE.UU. y Corea del Sur.
En los últimos meses, Corea del Norte ha llevado a cabo una serie de pruebas de misiles, conforme a expertos, en un intento de presionar a Washington a aliviar las sanciones en su contra y debido a su creciente inquietud por los frecuentes ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl.
