No juzguen a los demás, y no serán juzgados. No condenen a otros, para que no se vuelva en su contra. Perdonen a otros, y ustedes serán perdonados.
Den, y recibirán, lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo.
La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio.
La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio.
Luego Jesús les dio la siguiente ilustración: ¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en una zanja?
Los alumnos no son superiores a su maestro, pero el alumno que complete su entrenamiento se volverá como su maestro.
¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu ami
go cuando tú tienes un tronco en el tuyo?
go cuando tú tienes un tronco en el tuyo?
¿Cómo puedes decir: “Amigo, déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo